Hace justo siete años, un joven emprendedor, Francisco (Paco) Polo, presentaba en Madrid Actuable.es. “Imagina que con un par de clics y el apoyo de unos cuantos amigos fuera posible cambiar el mundo”, me contaba en una entrevista que yo mismo le hacía para lainformacion.com.

0 usuarios, 0 victorias, 0 apoyo institucional o empresarial, 0 equipo. Así comenzaba Paco su sueño. Siete años después, Change.org cuenta en España con 12,5 millones de usuarios, de los que siete han firmado campañas que han acabado en victorias. Change.org ha cambiado el mapa de poder en España.

Por primera vez, los ciudadanos saben que si su reivindicación es justa y contiene una gran teoría del cambio, podrá hablar de tú a tú al poder, a los políticos, a las empresas, a los gobiernos.

Nuestra misión siempre ha sido muy clara: empoderar a los ciudadanos para que luchen por los cambios que quieren ver: modificar leyes, detener desahucios, eliminar cláusulas abusivas en seguros, lograr tratamientos médicos, salvar animales de la muerte… Miles de historias, casi siempre de David contra Goliath.

Desde la primera victoria de Antonio Vila-Coro en 2010 hasta las últimas, como la de Mónica y su hijo Ángel, con parálisis cerebral, hemos visto a miles de personas, como tú, luchar por lo que que es justo.

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Siempre, el equipo de Change.org en España ha estado detrás de los focos, asesorando a millares de creadoras y creadores de petición, ayudándoles a mejorar los textos, ayudándoles a dirigirlas a las personas adecuadas y a difundirlas entre nuestros usuarios y los medios de comunicación. En las entregas de firmas, en las victorias.

También hemos estado en los momentos duros, cuando las fuerzas de los activistas estaban más bajas, cuando el poder ha querido minar la moral y la legitimidad del poder ciudadano.

Sinceramente, no creo que nadie sepa tanto de activismo ciudadano como las personas que hemos pasado por Change.org. Y la razón es muy sencilla: hemos tenido el privilegio de conocer y trabajar codo con codo con los mejores activistas: los ciudadanos comprometidos. Nuestro privilegio ha sido poder conocer a más de 2.500 personas con las que hemos trabajado de forma más o menos intensa en los últimos siete años.

Por eso, hoy quiero aprovechar para dar las gracias a todos los que han ayudado en estos siete años a cambiar el mapa del poder en España. Para empezar, gracias a los 12 millones de usuarios, a las creadoras y creadores de petición, a los medios de comunicación, sin los medios muchas historias nunca habrían tenido éxito, gracias. Y, por supuesto, a los que han formado el equipo de Change.org en España: Paco, Albert, Fabio, Cristina, Sergio, Dani, Sara, Tati, Nieves, David, Fran, Laura (Medel y Enrech), Álvaro, Marta, Estefanía. Por supuesto a los que lo forman ahora: Javier, María, Luis y Luis Carlos, que junto con Irene y David, que siguen ayudando desde sus puestos de responsabilidad global, garantizan el futuro.

Y, para el final, deseo agradecer muy especialmente su ayuda a nuestras socias y socios. Más de 3500 en apenas un año. Sí, la sostenibilidad de Change.org ahora mismo depende de las personas que han decidido formar parte de la comunidad de Changers (así nos gusta llamar a nuestros socios).

Antes, el modelo de sostenibilidad de Change.org dependía de la publicidad, una publicidad basada en CPL (Coste por Lead) y en la que nuestros anunciantes eran las ONG. A finales de 2016 decidimos cambiar y pasar a un modelo de suscripción, como el que están también instaurando muchos medios de comunicación.

Para poder seguir ofreciendo el mejor apoyo de campañas y los mejores recursos a los ciudadanos, necesitamos el apoyo de nuestras socios y socios.

Por eso, te invito a que te unas a la comunidad que está cambiando el mundo. Con tu cuota recibirás acceso a contenidos y servicios exclusivos.

Hace siete años, nacía Actuable.es; hoy Change.org es más activista que nunca, porque hoy, más que nunca, los que tienen el poder saben que deben escucharte. Sí, porque hoy tú también eres poderoso, tienes a 12 millones de personas dispuestas a ayudarte.

Y tú, ¿qué quieres cambiar?