Change.org

Así empoderamos a los usuarios de Change.org (y así nos sostenemos gracias a nuestros socios)

María, como el resto del equipo de campañas de Change.org, llega temprano a la oficina casi todos los días. Al cruzar la puerta, pasa por una pared roja que tiene una inscripción en letras blancas. “Nuestra misión: empoderar a las personas para generar los cambios que quieren ver”. Eso es lo que hacemos en Change.org y nos lo recordamos a nosotros mismos cada día al entrar a nuestra oficina. ¿Pero empoderar cómo? Te lo contamos en este post de blog.

Casi siempre, María se prepara un café y se lo toma en su mesa. Enciende el ordenador y lo primero que hace es ver qué está pasando en la plataforma. Qué peticiones se han iniciado en las últimas horas y cuáles están creciendo más. Lo hace para que el equipo de campañas pueda empezar a ayudar a sus impulsores para que puedan conseguir su objetivo. Cada mes se crean alrededor de 4.000 peticiones y tanto a María como a todo el equipo, le encantaría poder ayudar a todo el mundo. Pero la realidad es que es humanamente imposible poder llegar a todo y por eso hemos encontrado diversas soluciones para poder seguir creciendo y que nuestro trabajo sea más escalable.

Una de ellas es crear unas guías prácticas y útiles para que cualquier creador o creadora de petición pueda, en todo momento, saber qué más puede hacer con su petición para que consiga su objetivo. Aquí tienes un ejemplo de una de estas guías:

Otra cosa que hacemos es mejorar constantemente la tecnología de nuestra plataforma para que cualquier persona, independientemente de sus circunstancias, pueda conseguir el máximo de apoyos por su cuenta y, como siempre decimos, hacer el mayor ruido posible. Desde hace unas semanas, por ejemplo, los impulsores de peticiones tienen a su disposición un panel de control mucho más completo e intuitivo para ayudarlos a avanzar en su campaña.

A la vez, como te contábamos, tenemos un pequeño equipo de campañas que da un apoyo más personalizado a un pequeño número de peticiones. Para ello, tanto María como todo el equipo de campañas se guía por una serie de criterios para poder priorizar el trabajo y dar soporte a las peticiones. Lo primero en lo que nos fijamos es en lo que están firmando los usuarios y usuarias de Change.org. Si alguna petición está creciendo mucho y observamos que, por ejemplo, no tiene fotografía, el título es confuso u otros detalles de edición, rápidamente contactamos con el creador o creadora para sugerirle algunas mejoras. Ahí manda la actualidad.

También nos fijamos mucho en la narrativa personal que tienen las peticiones. Si el creador o creadora de la petición cuenta un problema personal, conoce bien el tema y tiene una buena historia que contar, nuestro equipo puede ayudarle mejor.

Si además de tener una historia personal muy potente la petición se refiere a algo que puede afectar a muchas más personas, que puede cambiar una ley y puede beneficiar a todo el país, es muy probable que intentemos ayudar a su creador. Este tipo de peticiones tienen impacto en toda la sociedad, son un bien colectivo para todos y todas. Por ello, contactamos con sus creadores para poder ofrecerles ayuda. Además de ser algo que pueda mejorar la vida del mayor número de personas, nos fijamos en peticiones que pueden ser apoyadas por el mayor número de personas, más allá de su ideología. Somos una plataforma abierta y neutral, por eso estos temas suelen mostrar como pocos todo lo que se puede conseguir cuando todos y todas nos unimos.

Si te fijas, estos tres elementos son muy importantes porque son la base de historias que, más allá de que consigan su victoria de forma rápida o estén luchando durante años, tienen la capacidad de inspirar a otros a dar un paso al frente para cambiar nuestra sociedad. Cuando vemos historias personales, con problemas o asuntos que nos afectan a todos y que pueden mejorar nuestro mundo, más personas se inspiran en esos ejemplos y empiezan su propio movimiento.

A veces, los creadores de esas peticiones quieren ir hasta el final con su petición y se comprometen al máximo con la petición y otras, prefieren que la petición se quede como esté porque no están muy seguros de querer seguir con ella. Ahí, como en todas las sugerencias que hace el equipo, el creador o creadora de la petición manda. Son sus peticiones y deciden qué quieren hacer con ella.

También es importante destacar que todo este trabajo solo es posible gracias a los socios que nos ayudan cada mes con una pequeña aportación económica. Change.org depende al 100% de sus usuarios y no podríamos tener un equipo de campañas ni sostener toda la infraestructura necesaria para que la plataforma funcione 24 horas al día, 7 días a la semana, sin su apoyo. A todos ellos, muchas gracias. Y a los que todavía no lo sois pero creéis en nuestra misión, os pedimos que al menos consideréis haceros socios. Muchas gracias.

Written by
Javier Sánchez
June 7, 2019 7:40 am